
Aprendiendo a esperar en las demoras divinas
«¿Acaso no creen que Dios hará justicia a su pueblo escogido que clama a él día y noche? ¿Seguirá aplazando su respuesta? Les digo, ¡él pronto les hará justicia! Pero cuando el Hijo del Hombre regrese, ¿a cuántas personas con fe encontrará en la tierra?»
Luke 18:7–8 (NTV)
Esperar durante las demoras divinas puede ser un desafío, incluso para los cristianos de gran fe. Esas demoras para experimentar el descanso de Dios a nuestras luchas y cargas son difíciles, debido a una combinación de factores espirituales, emocionales y funcionales de la vida.
Esperar por la provisión y rescate divino nos sirve como una oportunidad de crecimiento espiritual y sujeción a Dios. Caminar con Jesús requiere tener paciencia y perseverancia, así como un compromiso continuo de confiar en la bondad y la soberanía de Dios. Al final de nuestro peregrinaje, nos daremos cuenta de que Dios siempre interviene en el momento preciso y sin demora.