
A menudo nuestras circunstancias externas, ya sean buenas o malas, afectan nuestra interna, resultando en un cambio de comportamiento. Este cambio de comportamiento se puede manifestar en desobediencia a Dios. Cuando somos abrumados por circunstancias externas, como el temor o el éxito, es fácil que nuestros pensamientos sean impactados, llevándonos por la vía del fracaso. En lugar de esto, debemos hacer guerra en contra de la desobediencia a Dios confiando en Él y reconociendo Su autoridad sobre nuestras vidas.
Cuando los reyes no van a la guerra es una examinación de dos historias bien conocidas del Antiguo Testamento donde observaremos como dos reyes de Israel respondieron a sus circunstancias externas. Un rey fue paralizado por el temor y el otro rey fue consumido por el orgullo. Los dos se negaron a ir a la guerra, resultando esto en un fracaso.
Por medio de estos dos eventos bíblicos, descubriremos como las circunstancias de cada rey les impidió ir a la guerra y como esa decisión impactó su obediencia a Dios. De estos ejemplos consideramos los peligros que pueden resultar cuando fallamos en hacer guerra en contra de la desobediencia a Dios y por qué debemos confiar en Él y reconocer Su autoridad no importando nuestras circunstancias.
Esta serie es una advertencia de que Dios reina sobre todo y debe ser confiable, no importando nuestras circunstancias.