Porque Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez, sino de poder, amor y autodisciplina. (2 Timoteo 1: 7, NTV)
Mientras oramos por la paz y la curación de nuestra nación, oremos humildemente por la unidad de la Iglesia. Ore con nosotros para que todos los creyentes sean instrumentos del amor salvador, redentor y transformador de Dios, demostrado en el Evangelio de Jesucristo. Ore también para que el amor de Cristo, que es paciente y bondadoso, elimine el miedo de nuestro corazón y nos mueva en Su paz y poder para con nuestro prójimo.