Al que no tuvo pecado, Dios lo hizo pecado por nosotros, para que en él seamos justicia de Dios. (2 Corintios 5:21, NVI)
Desde la Navidad hasta la cruz y el sepulcro vacío, ¿nuestra esperanza es ésta? ¡Cristo nació para salvar! Por la fe en Él, somos reconciliados con Dios y somos irreprensibles ante Sus ojos. Recuerda esto y comparte la esperanza del Evangelio con alguien esta Navidad.
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